Reflexión sobre el rescate de los mineros chilenos
26 de Octubre,2010
Renee Yann es una Hermana de la Misericordia y VP de Misión y Valores en Mercy Keystone Health Plan en Filadelfia. Ella escribió esta reflexión en anticipación al rescate de los mineros chilenos, que queríamos compartir con ustedes.
Queridos amigos y co-ministros,
Anoche y hoy, los pensamientos y oraciones del mundo están aún más enfocados en un pequeño pueblo de Chile donde treinta y tres hombres han quedado atrapados en las profundidades de la oscuridad de la tierra.
Uno por uno, en el transcurso de las cuarenta y ocho horas, estos hombres serán liberados a la luz, resucitados a la vida que dejaron, desprevenidos, una mañana hace más de dos meses. Se extraerán de la tierra a través de un pasadizo apenas a lo ancho de los hombros. Como cualquier nacimiento, cada una de sus transiciones irá acompañada de esa extraña mezcla de agonía y esperanza que da nueva vida. Y con cada uno de ellos, experimentaremos vicariamente lo que significa renacer.
En unos días brillantes de octubre como estos, cuando hasta las hojas parecen hechas de sol, podríamos apreciar más profundamente el anhelo de los mineros chilenos por volver a la luz. Cada uno de nosotros, en algún momento de nuestra vida, ha pasado algún tiempo bajo la superficie de la vida. Quizás hemos conocido la oscuridad de la depresión, el duelo, la adicción, la enfermedad mental o la desesperación económica en nosotros mismos o en quienes amamos. El tiempo pasado en la caverna de estas cargas es exponencialmente más largo que el tiempo normal. Gastamos enormes cantidades de energía buscando una salida, hasta que finalmente nos abandonamos y nos damos cuenta de que la única salida es "a través".
Durante estas horas, estos mineros completarán su paso "a través". Cuando cada uno regrese a su familia, demos gracias a Dios con ellos. Y que usemos el tiempo como meditación y acción de gracias por nuestros propios pasajes, ya sean completos o en curso. Que podamos usarlo como un tiempo de oración por nuestro mundo para que podamos ser liberados de la guerra, la pobreza, la tiranía, el terrorismo y el egoísmo. Ya sea que estos hombres lo supieran o no, nuestro Creador ha sostenido sus manos durante las semanas de sufrimiento. Dios se levantará con ellos en la estrecha jaula de su liberación. Y Dios está siempre con nosotros ya que continuamente nacemos a la novedad en nuestras propias vidas. Hoy, mientras miramos los noticiarios, conteniendo la respiración con anticipación, recuerde a Aquel que siempre está sosteniendo su mano.
Bendiciones,
Hermana Renee
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Renee Yann, RSM
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